La Factura de la Luz

Observatorio de la Pobreza Energética

La Factura de la Luz

La factura de la luz es el documento que refleja los costes asociados al consumo eléctrico en nuestro hogar o negocio. Comprender su contenido no solo nos ayuda a gestionar mejor nuestra economía, sino también a adoptar hábitos más responsables con el medio ambiente. La electricidad que consumimos puede proceder de fuentes renovables, como la solar o la eólica, o no renovables, como el gas y el carbón, y nuestro consumo tiene un impacto directo en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Entender nuestra factura nos permite optimizar el uso de la energía, reducir costes y contribuir a un modelo energético más sostenible. Además, nos da las herramientas necesarias para identificar posibles errores, ejercer nuestros derechos como consumidores y tomar decisiones informadas, como optar por tarifas que promuevan energías limpias o ajustar el consumo a los periodos de menor demanda.

El mercado eléctrico está compuesto por diversos agentes que desempeñan roles específicos para garantizar que la electricidad se genere, transporte, distribuya y llegue finalmente a los consumidores. Comprender quiénes son y qué función desempeñan estos agentes es clave para interpretar nuestra factura y conocer el funcionamiento del sistema eléctrico. A continuación, se describen los principales agentes del mercado eléctrico:

1. Generador de electricidad: Los generadores son las empresas responsables de producir la electricidad que consumimos. Esta energía puede provenir de fuentes renovables, como solar, eólica o hidráulica, y no renovables, como carbón, gas natural o petróleo. Los generadores venden la electricidad que producen en el mercado mayorista o directamente a las comercializadoras.

2. Operador del sistema: Red Eléctrica de España (REE) es el encargado de garantizar que la oferta y la demanda de electricidad estén equilibradas en todo momento, gestionando la red de transporte de alta tensión. También coordina el funcionamiento del sistema eléctrico para asegurar que el suministro sea continuo y fiable.

3. Comercializadoras: Las comercializadoras son las empresas que compran electricidad en el mercado mayorista y la venden a los consumidores finales. Existen dos tipos principales:

  • Comercializadoras de referencia: Ofrecen tarifas reguladas, como el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
  • Comercializadoras de mercado libre: Proponen tarifas personalizadas con precios fijos o variables, y a veces incluyen servicios adicionales.

4. Distribuidoras: Las distribuidoras son las empresas que operan y mantienen la red de distribución eléctrica de media y baja tensión. Son responsables de llevar la electricidad desde las subestaciones hasta los hogares y negocios. Estas empresas están asignadas según la ubicación geográfica y no pueden ser elegidas por los consumidores.

5. Mercado mayorista: Esta representado por OMIE, que es el Operador del Mercado Ibérico de Energía, o también conocido como «pool eléctrico». En este mercado se fijan los precios de la electricidad mediante subastas diarias, y es donde los generadores y comercializadoras negocian la compra y venta de energía.

6. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): Es el organismo regulador encargado de supervisar y garantizar el buen funcionamiento del mercado eléctrico, protegiendo los derechos de los consumidores y promoviendo la competencia.

7. Consumidores finales: Los consumidores somos los destinatarios finales de la electricidad y el principal motor de la demanda. Desde hogares hasta empresas, cada usuario tiene un perfil de consumo único que puede optimizar para reducir costes y promover un uso más sostenible.

Componentes básicos de la factura

  • Potencia contratada: La potencia contratada es un coste fijo que depende de la cantidad máxima de electricidad que se puede utilizar simultáneamente en un hogar o negocio. Este importe no varía en función del consumo, sino del nivel de potencia elegido. En la factura aparece como un coste fijo calculado multiplicando el precio por kW contratado y los días del periodo facturado. Contratar solo la potencia necesaria puede contribuir significativamente al ahorro.
  • Energía consumida: La energía consumida es el coste variable que refleja la electricidad utilizada durante el periodo de facturación. Este concepto se mide en kilovatios hora (kWh) y se calcula multiplicando el consumo total por el precio de la tarifa contratada. Los hábitos de consumo y el tipo de tarifa son factores determinantes en este apartado.
  • Peajes de acceso y cargos del sistema: Los peajes de acceso y cargos del sistema son costes regulados que garantizan el transporte y distribución de la electricidad a través de las redes eléctricas, así como otros servicios necesarios para el correcto funcionamiento del sistema eléctrico. Estos costes son determinados por la normativa vigente y se aplican a todos los consumidores.
    • Los peajes de acceso están destinados a financiar el transporte y la distribución de la electricidad. Estos peajes están regulados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y se actualizan periódicamente en función de los costes reales del sistema eléctrico.
    • Los cargos del sistema están destinados a cubrir otros costes regulados, como, las primas a las energías renovables, que son incentivos a la producción de electricidad de fuentes limpias; el déficit de tarifa, que corresponde al saldo pendiente de años anteriores en el sistema eléctrico; y, los costes de capacidad, que están destinados a mantener la estabilidad del suministro. Estos cargos son fijados por el Gobierno de España, específicamente por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
  • Impuestos: La factura de la luz incluye impuestos que están regulados por ley y se aplican a todos los consumidores. Estos impuestos son obligatorios y afectan tanto al coste de la electricidad como al total de la factura. A continuación, se detalla su aplicación:
    • Impuesto eléctrico: el impuesto eléctrico es un tributo específico para el sector. Su finalidad es financiar parte del sistema eléctrico nacional y fomentar el uso eficiente de la energía. Actualmente, el tipo impositivo está regulado por la Ley 28/2014, que establece un porcentaje del 5,11269632 % sobre la base imponible (potencia contratada y energía consumida). Desde 2021, este impuesto ha experimentado reducciones temporales aprobadas por el Gobierno en el contexto de medidas para mitigar el impacto del alza de los precios de la electricidad, bajándolo al 0,5 % de forma excepcional.
    • IGIC (aplicable en Canarias): Este impuesto grava el total de la factura, incluyendo todos los conceptos (potencia contratada, energía consumida, peajes y otros costes). El tipo general del IGIC es del 7 %, pero en el caso del suministro eléctrico a hogares, se aplica un tipo reducido del 3 %. Este porcentaje tiene como objetivo reducir el impacto del coste de la electricidad en los consumidores finales. En algunos casos específicos, como los suministros destinados al autoconsumo, podrían aplicarse exenciones o tipos aún más reducidos.
  • Otros cargos: La factura puede incluir conceptos adicionales, como el alquiler del contador, que se aplica si el contador no es propiedad del usuario, y servicios adicionales, como seguros o mantenimientos ofrecidos por la comercializadora.
  • Datos de la factura: Los datos de la factura son la información principal que identifica el documento de facturación y el periodo al que corresponde.
  • Resumen de la factura y datos de pago: El resumen de la factura es una sección que ofrece un desglose general de los costes incluidos en la factura eléctrica. Su propósito es facilitar al usuario una visión clara y rápida del importe total y de cómo se distribuyen los diferentes conceptos que lo componen.
  • Datos del contrato: Los datos del contrato son la información que identifica y describe las condiciones del suministro eléctrico acordadas entre el consumidor y la comercializadora. Estos datos permiten a ambas partes gestionar el servicio y son esenciales para realizar cambios, resolver incidencias o comprobar que la facturación se ajusta a lo contratado.
  • Detalle de la factura: El detalle de la factura desglosa todos los conceptos que componen el coste final que debe pagar el consumidor. Esta sección permite entender cómo se calcula el importe total y en qué se distribuyen los costes del suministro eléctrico. Los elementos principales que suelen aparecer en el detalle de la factura son:
    • Potencia: Es el coste fijo asociado a la cantidad máxima de electricidad que el usuario puede consumir simultáneamente. Se calcula multiplicando la potencia contratada (en kW) por el precio del kW y los días del periodo facturado.
    • Energía: Representa el coste variable basado en la electricidad consumida durante el periodo de facturación. Si la tarifa tiene discriminación horaria, el consumo se separa en periodos (punta, llano y valle), indicando el consumo y el coste en cada uno. Dependiendo de la factura, el precio de la energía puede contemplar los peajes y cargos del sistema, o puede aparecer en un concepto separado.
    • Varios: Si el contador no es propiedad del usuario, este coste fijo se incluye en la factura como alquiler del equipo. También se pueden incluir posibles seguros, mantenimientos u otros servicios contratados con la comercializadora.
    • Impuestos: Por una parte, se cobra el impuesto eléctrico, que aplica sobre la suma del coste del consumo y la potencia contratada. Y, por otra parte, el IGIC, que se calcula sobre el total de la factura.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha creado este recurso para ayudarte a comprender mejor tu factura de la luz. A través del enlace, accederás a un vídeo explicativo que detalla cada sección de la factura, incluyendo conceptos como el consumo eléctrico, la potencia contratada, los peajes y cargos del sistema, y los impuestos.

Este contenido es ideal para resolver dudas comunes, entender cómo se calculan los importes y descubrir cómo optimizar tu contrato para ahorrar en tu factura eléctrica. Es una herramienta práctica y accesible para todos los consumidores.

Entender las tarifas eléctricas es fundamental para gestionar de manera eficiente el consumo de electricidad y reducir el coste de la factura. Las tarifas determinan cuánto pagamos por la electricidad según nuestras necesidades y hábitos de consumo. En España, las tarifas eléctricas se agrupan en dos grandes categorías: tarifas reguladas y tarifas de mercado libre. A continuación, se explican sus características y cómo afectan al precio final.

Tipos de Mercados y Tarifas

Tarifa regulada (PVPC)

El Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) es la tarifa regulada ofrecida por las comercializadoras de referencia. Su precio varía cada hora según el mercado mayorista de electricidad.

  • Características principales:
    • Precio variable que depende del coste de la electricidad en el mercado mayorista.
    • Tarifas con discriminación horaria en tres periodos: punta, llano y valle, con precios más bajos durante las horas valle.
    • Supervisada y regulada por la CNMC y el Gobierno.
  • Ventajas:
    • Transparencia en el cálculo del precio.
    • Beneficios para consumidores con hábitos de consumo flexibles.
  • Inconvenientes:
    • Mayor imprevisibilidad en el coste mensual debido a las fluctuaciones del mercado.

Tarifas del mercado libre

Ofrecidas por comercializadoras que operan en el mercado eléctrico liberalizado, estas tarifas son personalizables y pueden incluir precios fijos, variables o servicios adicionales.

  • Características principales:
    • Precio negociado directamente con la comercializadora, que puede ser fijo o indexado al mercado mayorista.
    • Opciones personalizadas, como planes con precios fijos por horas o paquetes que incluyen servicios de mantenimiento.
    • No regulada, pero supervisada por la CNMC para garantizar transparencia y derechos del consumidor.
  • Ventajas:
    • Mayor estabilidad en los costes si se opta por tarifas fijas.
    • Flexibilidad en la elección de condiciones que se adapten a las necesidades del usuario.
  • Inconvenientes:
    • Algunos contratos pueden incluir cláusulas o servicios adicionales que incrementen el precio final.

Nueva factura eléctrica

* Fuente: Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)

Factores a tener en cuenta para elegir una tarifa

  1. Perfil de consumo: Para quienes consumen en horarios de bajo coste, el PVPC puede ser ventajoso. Si se prefiere estabilidad, una tarifa fija del mercado libre puede ser más adecuada.
  2. Tamaño del hogar o negocio: El consumo elevado en franjas concretas puede requerir una tarifa adaptada a esas necesidades.
  3. Flexibilidad: Las tarifas reguladas requieren mayor atención a las horas de consumo, mientras que las fijas son más predecibles.
  1. Ajustar la potencia contratada: Revisa la potencia contratada y reduce el nivel si no utilizas toda la capacidad actual. Una potencia superior a tus necesidades genera un coste fijo innecesario.
  2. Optar por tarifas con discriminación horaria: Si puedes concentrar tu consumo en las horas de menor demanda (horas valle), elige una tarifa con discriminación horaria para aprovechar precios más bajos.
  3. Controlar los hábitos de consumo: Apaga las luces y dispositivos eléctricos cuando no los estés utilizando, o evitar el uso de electrodomésticos de alto consumo en las horas punta si tu tarifa tiene precios por tramos.
  4. Sustituir electrodomésticos antiguos por modelos eficientes: Invierte en electrodomésticos con etiquetado energético de alta eficiencia, que consumen menos energía.
  5. Optimizar el uso de electrodomésticos: Llena la lavadora, el lavavajillas y la secadora antes de ponerlos en funcionamiento. Ajusta la temperatura del frigorífico (5°C) y del congelador (-18°C) para optimizar su consumo.
  6. Utilizar bombillas LED: Cambia las bombillas tradicionales por luces LED, que consumen hasta un 80 % menos energía y tienen una mayor vida útil.
  7. Desconectar los aparatos en modo standby: Usa regletas con interruptor para apagar por completo televisores, ordenadores y otros dispositivos que consumen energía incluso en reposo.
  8. Aprovechar la luz natural y el aislamiento: Maximiza el uso de la luz solar durante el día y mejora el aislamiento térmico de tu vivienda para reducir el uso de calefacción y aire acondicionado.
  9. Instalar un termostato programable: Programa la calefacción y el aire acondicionado para que se activen solo cuando realmente los necesites.
  10. Monitorizar tu consumo eléctrico: Utiliza aplicaciones o dispositivos de medición para entender tus patrones de consumo y hacer ajustes donde sea necesario.
  11. Comparar tarifas eléctricas: Usa herramientas oficiales, como el comparador de tarifas de la CNMC, para encontrar la tarifa que mejor se adapte a tus hábitos de consumo.
  12. Considerar el autoconsumo: Instalar paneles solares puede reducir significativamente tu factura a largo plazo, especialmente con las bonificaciones fiscales y subvenciones disponibles.
  13. Solicitar el Bono Social si tienes derecho: Si cumples los requisitos como consumidor vulnerable, puedes beneficiarte de descuentos importantes en tu factura eléctrica.
  14. Evitar servicios adicionales innecesarios: Revisa tu contrato y elimina servicios que no utilizas, como seguros o mantenimientos ofrecidos por la comercializadora.
  15. Aprovechar ofertas de eficiencia energética: Consulta las ayudas y programas de eficiencia energética disponibles en tu comunidad autónoma para mejorar el consumo de tu hogar.

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