Encuentro Anual del Pacto de las Alcaldías: el liderazgo local impulsa el futuro climático de Europa
El Encuentro Anual del Pacto de las Alcaldías reúne en Bruselas a cientos de representantes locales para reforzar la cooperación europea frente al cambio climático y avanzar hacia una transición energética justa y resiliente.
El pasado jueves, 16 de octubre, el Parlamento Europeo acogió el Encuentro Anual del Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía, una cita que reunió a centenares de alcaldes y alcaldesas, concejales y representantes regionales de toda Europa comprometidos con la construcción de un futuro más sostenible, equitativo y preparado ante las crisis climáticas.
La ceremonia fue inaugurada por Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; y Kata Tüttő, presidenta del Comité Europeo de las Regiones. Las intervenciones destacaron el papel esencial de los gobiernos locales en la transformación energética y climática del continente.
“La sostenibilidad no solo trata de reducir emisiones, sino de crear lugares agradables para vivir. Ustedes trabajan en ello cada día, y Europa está con ustedes para hacerlo posible”, afirmó Ursula von der Leyen.
Compromiso local con los objetivos europeos
Desde su lanzamiento en 2008, el Pacto de las Alcaldías ha movilizado a más de 10.000 ciudades y pueblos europeos que han asumido los objetivos climáticos y energéticos de la Unión Europea. En esta edición, más de 150 alcaldes y alcaldesas, y 700 participantes reafirmaron su compromiso con la neutralidad climática, destacando el papel del liderazgo local en la transición hacia una energía limpia, segura y asequible.
Durante la ceremonia se entregaron los Premios del Pacto de las Alcaldías 2025, que reconocieron los avances de las ciudades de Domokos (Grecia), Lappeenranta (Finlandia) y Mechelen (Bélgica) en la descarbonización de la calefacción y la refrigeración urbana. El comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen, subrayó que “la transición limpia no es un reto imposible: las acciones locales demuestran que el cambio es posible y necesario para un futuro más fuerte y seguro para Europa”.
Ciudades resilientes ante los riesgos climáticos
El encuentro también puso el foco en la resiliencia local frente a fenómenos cada vez más intensos, como inundaciones, olas de calor o incendios forestales. El comisario europeo de Clima, Wopke Hoekstra, señaló que ciudades como Getafe (España), Reggio Emilia (Italia), Estocolmo (Suecia) o Mannheim (Alemania) están demostrando que el urbanismo sostenible, las soluciones basadas en la naturaleza y la buena gobernanza son claves para proteger a las comunidades y revitalizar las economías locales.
Los representantes locales insistieron en la importancia de contar con financiación estable, personal cualificado y planificación a largo plazo para mantener el ritmo de las políticas de adaptación. Asimismo, destacaron la necesidad de que el próximo Marco Financiero Plurianual de la UE sea “resiliente al clima por diseño” y garantice un apoyo constante a los municipios.
Una Europa más fuerte desde lo local
El encuentro reafirmó que el futuro de Europa se construye desde sus ciudades y pueblos, alineando los esfuerzos locales, regionales, nacionales y europeos hacia una visión común de sostenibilidad y prosperidad compartida.
“Las ambiciones políticas solo se vuelven reales con financiación clara y herramientas eficaces. En el Pacto de las Alcaldías tenemos la ambición correcta; ahora debemos reforzar la cooperación con los niveles nacional y europeo para lograr un mayor impacto”, señaló Hanna Zdanowska, alcaldesa de Łódź (Polonia) y miembro del Comité Europeo de las Regiones.
En la clausura, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea para Cohesión y Reformas, Raffaele Fitto, reafirmó el compromiso de la UE con las ciudades: “Nuestro compromiso es trabajar con ustedes, simplificar el acceso al apoyo europeo y hacerlo más eficaz para todas las ciudades, grandes o pequeñas”.
Los líderes y lideresas locales cerraron el encuentro con un mensaje unánime: el futuro de Europa dependerá de la capacidad de sus ciudades para ser vibrantes, habitables, sostenibles y asequibles; lugares donde valga la pena quedarse y vivir.