Incendios

Cambio Climático en Tenerife

Efectos de los Incendios sobre el Cambio Climático

El cambio climático intensifica el riesgo de incendios forestales en Tenerife, aumentando su frecuencia, magnitud y duración. Según proyecciones del Plan Insular de Clima y Energía, aún en borrador, el incremento de la temperatura media anual, la reducción de precipitaciones en hasta un 15% para 2100, y la prolongación de las temporadas secas contribuyen a crear condiciones más propicias para incendios. Durante el período 2007-2024, se registraron más de 440 incidentes, siendo los años 2007 y 2012 los más críticos, con 22.602,78 Ha y 6.862,75 Ha afectadas, respectivamente.

Según los datos facilitados por la Unidad Operativa de Incendios Forestales y Medios Asociados del Cabildo de Tenerife, el número de incidentes por conatos e incendios entre los años 2007 y 2024 asciende a un total de 442 incidentes a lo largo de todo el periodo.

Fuente: Unidad Operativa de Incendios Forestales y Medios Asociados del Cabildo de Tenerife

Se observa en las gráficas que cada cierto tiempo se producen grandes incendios en la isla (destaca especialmente el de 2007). Sin embargo, la progresión de la serie de datos refleja que el número de incidentes (incendios más conatos) ha venido siendo decreciente en la serie de años analizados.

En la siguiente gráfica se pueden comprobar los 5 años con mayor superficie afectada por los distintos tipos de incidentes.

Fuente: Unidad Operativa de Incendios Forestales y Medios Asociados del Cabildo de Tenerife

wdt_ID Año Vegetación Forestal (Ha) Vegetación No Forestal (Ha) Ha Totales Afectadas
22 2007 20.746,58 1.856,20 22.602,78
29 2008 20,77 4,35 25,12
30 2009 54,02 0,00 54,02
31 2010 8,72 0,00 8,72
32 2011 5,10 0,00 5,10
33 2012 6.862,75 0,00 6.862,75
34 2013 12,41 0,00 12,41
35 2014 3,97 0,00 3,97
36 2015 29,86 0,00 29,86
37 2016 2,79 0,00 2,79
Vegetación No Forestal (Ha) Ha Totales Afectadas

El Cabildo Insular de Tenerife, a través de estrategias como la gestión forestal sostenible y sistemas de alerta temprana, ha reducido significativamente las áreas afectadas en los últimos años. Estas medidas incluyen la modernización de infraestructuras para la extinción, campañas de sensibilización, y la restauración de ecosistemas afectados. Además, se están integrando herramientas tecnológicas para el monitoreo de riesgos climáticos y el mapeo de áreas vulnerables, con base en los últimos avances del IPCC y el marco legal europeo.