La adaptación al cambio climático es esencial para mitigar los riesgos asociados a los cambios en la temperatura, las precipitaciones y el nivel del mar. Estas amenazas, identificadas en el Plan Territorial Insular de Emergencias (PEIN) y en los Planes de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES) de los distintos municipios de Tenerife, subrayan la necesidad de una planificación estratégica para salvaguardar a las personas, infraestructuras y ecosistemas frente a los efectos del cambio climático.
Identificación y Evaluación de Riesgos
El cambio climático amplifica fenómenos naturales como riadas, deslizamientos, incendios forestales y temporales costeros, que están estrechamente relacionados con las características geográficas y climáticas de Tenerife. La tipificación de riesgos incluye:
El análisis de estos riesgos evalúa su probabilidad, severidad y exposición para priorizar medidas de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir los impactos en bienes y personas.
Medidas de Adaptación en Sectores Clave
A continuación, se proponen una serie de acciones adaptativas diseñadas para abordar estos desafíos:
Impactos y Resiliencia
La identificación de los sectores más vulnerables y las zonas de mayor riesgo es clave para establecer protocolos eficaces. Tenerife enfrenta desafíos relacionados con el aumento del nivel del mar, que podría afectar hasta 140 km de costas y playas, además de generar pérdidas económicas sustanciales relacionadas con el turismo. Por ello, es crucial adoptar medidas proactivas que minimicen riesgos y maximicen la resiliencia de las comunidades locales.