Antes de comprar, responde estas preguntas:
• ¿Cuántos kilómetros recorres al día?
• ¿Son trayectos urbanos, interurbanos o mixtos?
• ¿Tienes acceso a un punto de recarga en casa o en el trabajo?
• ¿Realizas viajes largos con frecuencia o solo esporádicos?
🔋 Fórmula orientativa para calcular la autonomía mínima útil que deberías exigir al vehículo:
Nota: ¿Por qué dividir por 0,8? Porque, en la práctica, no se suele utilizar más del 80% de la batería (para conservarla y evitar apuros si no se puede recargar inmediatamente).
Ejemplo:
• 50 km diarios
• Quieres recargar cada 3 días
🔎 Resultado: deberías buscar un coche con una autonomía realista de al menos 190 km (idealmente WLTP de 220-230 km para tener margen).
Tipo de trayecto | Tipo de vehículo eléctrico recomendado | Autonomía ideal (real) |
---|---|---|
Urbano diario (<50 km) | Vehículo urbano compacto | 150 – 250 km |
Mixto (urbano + vía rápida) | Polivalente | 250 – 350 km |
Interurbano o largos trayectos | SUV compacto o berlina | 400 – 600+ km |
La mayoría de los vehículos eléctricos actuales cubren entre 200 y 500 km de autonomía con una sola carga, más que suficiente para trayectos urbanos o interurbanos.
Característica | Litio-ferrofosfato (LFP) | Níquel-Manganeso-Cobalto (NMC) |
---|---|---|
Cantidad de energía por unidad de masa | Baja | Alta |
Vida útil | Muy larga (>3.000 ciclos) | Media (800–2.000 ciclos) |
Seguridad térmica | Muy alta | Moderada |
Coste | Bajo | Alto |
Rendimiento en frío | Bajo | Bueno |
Aplicación en vehículos eléctricos | Vehículos económicos y urbanos | Vehículos de alta autonomía y rendimiento |
La elección entre LFP y NMC dependerá de las necesidades específicas del usuario, considerando factores como autonomía deseada, condiciones climáticas habituales y presupuesto.
El avance en las tecnologías de baterías está marcando el rumbo del vehículo eléctrico. Nuevas soluciones como las baterías de estado sólido, los sistemas de carga ultrarrápida y los materiales más sostenibles prometen mayor autonomía, menor tiempo de recarga y una vida útil más prolongada. Estos desarrollos no solo mejorarán el rendimiento, sino que también harán la movilidad eléctrica más accesible, segura y respetuosa con el medio ambiente.
En particular, España avanza con fuerza en el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos, impulsada por iniciativas públicas y privadas que apuestan por tecnologías más sostenibles y eficientes. Con una capacidad proyectada de 116 GWh, el país se posiciona como el séptimo de Europa en producción de baterías.
Calcula bien tu autonomía real necesaria, considerando no usar el 100% de la batería.
Prioriza la posibilidad de recargar en casa.
Elige el coche que mejor se adapte a tu tipo de trayecto, no solo el que tenga más batería.
Aprovéchate de las ayudas públicas para la compra y para el punto de carga.
Consulta siempre la autonomía real (no solo la WLTP) y la potencia de carga máxima.
Instalar un punto de recarga privado es clave para la comodidad del usuario de un vehículo eléctrico.
La instalación en una vivienda unifamiliar es más sencilla:
La instalación de un punto de recarga debe cumplir con una serie de requisitos legales:
Estas normas ofrecen directrices adicionales para asegurar una instalación segura y eficiente:
Dado que la mayoría de las baterías actuales son de litio, es crucial tener en cuenta estas consideraciones de seguridad:
En caso de incendio, es importante utilizar agentes extintores que ofrezcan una mayor protección, tales como:
Para optimizar el uso de vehículos eléctricos, es fundamental adoptar hábitos de conducción eficientes, cuidar la batería y planificar las recargas.
A continuación, se presentan algunos consejos al respecto:
Se recomienda ubicar las diferentes estaciones donde cargar el coche eléctrico sin dejar de respetar los porcentajes de carga recomendados (de 20% a 80% de la capacidad de carga completa). De esta forma, nunca se forzará la batería y estaremos sacándole la máxima rentabilidad a nuestro vehículo. Lo ideal es prever y planificar una parada cada 200 km aproximadamente.
Es importante que se valore, en la medida de lo posible, que la ruta sea urbana. No será siempre la ruta más rápida, pero sí podrá hacernos ahorrar más energía. La dificultad para encontrar estaciones de recarga es menor y el coche eléctrico está más preparado para funcionar de forma eficiente en este tipo de entornos.
Existen diferentes modalidades y ubicaciones para la recarga:
Carga en el hogar | • Principal modalidad para usuarios particulares. |
• Carga lenta (entre 6 y 8 horas), ideal durante la noche. | |
Carga fuera del hogar | • En vía pública, parkings públicos, supermercados, estaciones de servicio, etc. |
• Carga lenta, semi rápida, rápida o ultra rápida. |
Tipo de carga:
Modalidad | Potencia típica | Tiempo orientativo | Cuándo utilizarla | Ventajas | Precauciones |
---|---|---|---|---|---|
Carga lenta en el hogar (AC ≤ 3,7 kW) | 2–3,7 kW | 6–10 h | Carga diaria/nocturna | Posibilidad de Tarifa valle; máxima vida útil | Requiere punto dedicado y gestor de carga |
Carga semirrápida (AC 7–22 kW) | 7–22 kW | 1–4 h | Centros comerciales, oficinas | Buen equilibrio tiempo/coste | Vigilar picos de potencia en factura |
Carga rápida (DC 50–150 kW) | 50–150 kW | 25–60 min | Viajes interurbanos | Reduce la parada a <1h | ~20 % menos autonomía inmediata; vida útil ~1.500 ciclos |
Carga ultrarrápida (DC ≥150 kW) | 150–350 kW | 10–25 min | Casos de urgencia | Paradas muy cortas | ~40 % menos autonomía; vida útil ~800 ciclos |
Coste por kilómetro | • Carga doméstica: ~3 €/100 km. |
• Carga rápida: ~7–9 €/100 km. | |
• Comparado con turismo de gasolina: ~9 €/100 km. | |
Impacto en autonomía inmediata | • A mayor potencia, menor energía útil recuperada. |
Durabilidad de la batería | • Potencias >100 kW aceleran el envejecimiento. |
Planificación y buenas prácticas | • Usa apps para planificar rutas. |
• Carga entre 10–80 % de la batería. | |
• Usa tarifa valle y preacondicionamiento si es posible. |
El margen de reserva de la batería en un coche eléctrico suele oscilar entre 5 y 15 kilómetros, aunque puede variar según el modelo y las condiciones de conducción. Algunos vehículos almacenan hasta un 5% de capacidad útil incluso cuando el indicador muestra 0%, precisamente para evitar que el coche se detenga de forma repentina. No obstante, no es recomendable confiar en ese margen de forma habitual, ya que factores como la temperatura exterior, el uso de climatización o el estado de la batería pueden reducir significativamente esa autonomía residual.
Aunque los incendios en coches eléctricos pueden ser más difíciles de extinguir por las características de las baterías, los datos indican que su ocurrencia es mucho menos frecuente que en vehículos de combustión.
En el contexto actual de España, la amortización de un coche eléctrico frente a uno de combustión resulta cada vez más favorable.
Aunque la inversión inicial suele ser más alta en los vehículos eléctricos, los menores costes de mantenimiento, el precio reducido de la recarga frente al combustible y las ayudas públicas disponibles (como el Plan MOVES) permiten recuperar esa diferencia en un plazo medio de entre 5 y 8 años, dependiendo del uso.
Además, los beneficios fiscales y el acceso gratuito o bonificado a zonas de estacionamiento y circulación restringida contribuyen a mejorar su rentabilidad a largo plazo.
Utiliza un cargador de vehículo eléctrico:
Muchos usuarios tienden a cargar su vehículo con el enchufe que proporcionan los fabricantes. Sin embargo, esto resulta todo un error ya que uno de los principales factores que afectan a la degradación de las baterías de iones de litio son los ciclos, la potencia y los límites de carga. Es por ello, que lo más recomendable es utilizar un cargador que se adapte a las necesidades del usuario y respete las características del vehículo eléctrico.
Otro de los factores que afecta sustancialmente al estado de la batería es la temperatura a la que está expuesto el coche eléctrico. Nuestro gran consejo es que se estaciones siempre que se pueda en garajes ya que suelen ser los únicos emplazamientos en los que se puede respetar una temperatura que oscile entre los 15 y los 35 grados, que es la recomendada por la mayoría de fabricantes para evitar que se produzcan reacciones químicas que agredan a la batería.